El 5 de mayo de 1964, en la milenaria necrópolis de Saqqara, el arqueólogo egipcio Ahmed Moussa hizo un descubrimiento que desafiaría las concepciones tradicionales de la historia y la sexualidad. Encontró las cámaras funerarias de Khnumhotep y Niankhkhnum, sirvientes y confidentes reales en el Palacio del Rey Niuserre durante la Quinta Dinastía de los faraones egipcios. Este hallazgo es significativo porque se cree que son la primera pareja del mismo sexo en la historia registrada.
Khnumhotep y Niankhkhnum no eran solo sirvientes reales, sino que compartían el título de Supervisores de los Manicuristas en el Palacio del Rey Nyuserre Ini, sexto faraón de la Quinta Dinastía, quien reinó durante la segunda mitad del siglo XXV a.C. Lo que hace única a esta pareja es que fueron enterrados juntos en Saqqara y están listados como "confidentes reales" en su tumba conjunta.
Este descubrimiento no solo proporciona una ventana al pasado, sino que también ofrece una perspectiva inclusiva de la historia. A menudo, las narrativas históricas han marginado o ignorado las experiencias de la comunidad LGTBI, pero el descubrimiento de Khnumhotep y Niankhkhnum nos recuerda que la diversidad sexual ha estado presente a lo largo de toda la historia humana.
La tumba de Khnumhotep y Niankhkhnum, con sus representaciones íntimas y afectuosas, desafía las nociones preconcebidas sobre la sexualidad en la antigüedad. Su historia es un testimonio de que el amor y la devoción trascienden el tiempo y las culturas, y que la comunidad LGTBI ha existido desde los albores de la civilización.
En este día, recordamos y celebramos la historia de Khnumhotep y Niankhkhnum, no solo como una parte integral de nuestra herencia cultural, sino también como un símbolo de la presencia eterna y universal del amor en todas sus formas.
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