En un día como hoy, pero del año 1868, se escribió una carta que marcaría un antes y un después en la historia de la comunidad LGTBI. Karl-Maria Kertbeny, un médico húngaro-alemán y simpatizante temprano de los derechos homosexuales, acuñó por primera vez los términos "homosexual" y "heterosexual". Estas palabras, derivadas del griego *homos* (lo mismo) y la raíz latina *sexualis*, nacieron como una forma de clasificar los tipos sexuales de una manera que no deshumanizara a las personas por su orientación sexual.
Kertbeny, en su correspondencia con Karl Heinrich Ulrichs, un activista pionero por los derechos de los homosexuales, propuso estos términos como alternativas a las palabras peyorativas "sodomita" y "pederasta", comúnmente utilizadas en el mundo de habla alemana y francesa de su tiempo. Además, Kertbeny introdujo el término "heterosexualismo" para describir la atracción entre hombres y mujeres, estableciendo así un sistema de clasificación que reconocía la diversidad sexual más allá de los juicios morales.
Este acto de nombrar la homosexualidad fue un paso crucial hacia la desestigmatización de la comunidad y el reconocimiento de la identidad homosexual como una parte legítima y natural de la experiencia humana. La carta de Kertbeny es un testimonio de la lucha continua por la aceptación y los derechos igualitarios, y su legado perdura hasta nuestros días.
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