El 17 de mayo de 1866, en la pintoresca ciudad de Honfleur, Calvados, nació un hombre que se convertiría en una figura emblemática de la música y un enigma para la comunidad LGTBI: Erik Satie. Su vida, marcada por la excentricidad y una dedicación inquebrantable a su arte, es un testimonio de la individualidad y la autenticidad.
Satie, conocido por su vida austera en una pequeña habitación parisina, nunca se conformó con sus creaciones musicales. Esta insatisfacción lo llevó a retomar sus estudios formales de música a la edad de cuarenta años, demostrando que nunca es tarde para perseguir la perfección en su pasión. A pesar de su formación autodidacta, obras como las Gymnopédies se encuentran entre las más celebradas y queridas por el público.
El término "gymnopédiste" fue acuñado en 1887, poco antes de que Satie compusiera las Gymnopédies, y aunque su significado exacto es difuso, refleja la singularidad de Satie como artista. Su comportamiento, que muchos interpretaron como indicativo de asexualidad, muestra un desinterés por las convenciones sexuales, lo que lo convierte en una figura de interés dentro de la historia LGTBI.
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