El 4 de mayo de 2004, el mundo perdió a David Peter Reimer, un hombre cuya vida desafió las nociones convencionales de género y cuya experiencia ha tenido un impacto duradero en la medicina y la psicología. Nacido varón el 22 de agosto de 1965, la vida de David tomó un giro inesperado tras un desastroso procedimiento médico que lo llevó a ser criado como niña, siguiendo el consejo de los médicos y la intervención quirúrgica. Este caso, supervisado por el psicólogo John Money, fue reportado inicialmente como un éxito, proclamando que la identidad de género es principalmente aprendida. Sin embargo, la realidad de David era mucho más compleja.
A medida que crecía, David comenzó a sentir que algo no estaba bien. Entre los 9 y 11 años, se dio cuenta de que no era una niña, y a los 15 años, tomó la valiente decisión de vivir nuevamente como varón. Su historia, conocida en círculos médicos como el caso "John/Joan", se mantuvo anónima durante años hasta que David decidió hacerla pública con la esperanza de evitar que se repitieran prácticas médicas similares.
La vida de David estuvo marcada por la depresión severa, la inestabilidad financiera y un matrimonio problemático, lo que finalmente lo llevó a su trágico final. Su historia es un recordatorio poderoso de la complejidad de la identidad de género y de los peligros de las intervenciones médicas precipitadas basadas en suposiciones erróneas sobre la naturaleza del género.
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