El 6 de mayo de 1933, en Berlín, un grupo de jóvenes nazis atacó y destruyó el Instituto de Investigación Sexual, un acontecimiento que marcó un punto de inflexión en la historia de los derechos sexuales y de la comunidad LGTBI. Fundado por Magnus Hirschfeld, un médico y sexólogo judío alemán, el instituto era un bastión de conocimiento y un refugio para las minorías sexuales.
Bajo el clima más liberal de la recién fundada República de Weimar, Hirschfeld estableció el Comité Científico-Humanitario, considerado por el historiador Dustin Goltz como el primer grupo en abogar por los derechos homosexuales y transgénero. El instituto, inaugurado el 6 de julio de 1919, no solo era un centro de investigación, sino también un símbolo de esperanza para muchos.
Sin embargo, con el ascenso del régimen nazi, el instituto sufrió una censura brutal. Las brigadas juveniles nazis quemaron más de 20,000 publicaciones y 5,000 fotografías en una ceremonia pública, borrando así un legado invaluable. La persecución no se detuvo ahí; el 28 de junio de 1934, Hitler llevó a cabo una purga de hombres homosexuales dentro de las filas de la SA, conocida como la Noche de los Cuchillos Largos, seguida de leyes más estrictas contra la homosexualidad y la detención masiva de hombres gay. Se cree que las listas de direcciones incautadas del instituto facilitaron estas acciones, llevando a decenas de miles a campos de trabajo forzado o de exterminio.
Este artículo rinde homenaje a la valentía y la lucha de Hirschfeld y su instituto, recordando no solo la tragedia sino también el legado de aquellos que lucharon por la igualdad y la aceptación en una época de oscuridad.
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